jueves, 31 de mayo de 2012

AVISO




Queridos pocos que pasáis por este blog,  el último que he abierto, siento deciros que lo cierro y paso su contenido a Noray, el primer blog que tuve y comencé en el año 2005. Es un blog de recuerdos de infancia, juventud y familia, por eso creo que estas fotos en Blanco y Negro encajan perfectamente en él.

Os dejo el enlace por si os apetece seguirme y comentar en Noray, os lo agradeceré de todo corazón.

sábado, 17 de marzo de 2012

LA CASUCA



 GUARDO UN GRAN CARIÑO a esta foto, A PESAR DE LO VIEJITA QUE ESTÁ. ERA UN ESTUCHE DE CERILLAS QUE NOS HICIERON EN  "LA CASUCA."




Este es el revés de la foto, con la entrada al recinto. La pista de baile estaba al aire libre. Era una sala de fiestas, aún no se llamaban discotecas, muy frecuentada por los jóvenes, al menos por las tardes que es cuando fui yo, dos veces con Julio y otras dos con compañeros de la Facultad. A veces se bailaba con discos  y otras con orquesta, lo que se escuchaba con más frecuencia eran los boleros de Lucho Gatica, como El Reloj, La Barca...la Novia... 

Creo que el acontecimiento de las cerillas debió de ser el verano del ingreso de Julio en la Escuela Naval Militar, año 1955 o tal vez más tarde, al regresar del embarque en el Juan Sebastián Elcano en Agosto de 1958, más bien me inclino por esta última fecha ya que al principio del noviazgo no bailábamos porque yo cumplía a rajatabla las Normas de Congregante Mariana, además seguro que la corbata la trajo de aquellas tierras Hispanas. Lo que si memorizo es que no me gustaba nada esa corbata que hoy recuerda a las que solía vestir Carrascal en la televisión para dar las noticias de la noche, mira por donde, mi novio fue un adelantado corbateril, jajaja...

la Casuca se encontraba en la llamada Ciudad Lineal a la que por entonces sólo se podía acceder en un  tranvía como éste, que hacía el recorrido desde Ventas:



Y sus calles tenían este aspecto:


Por aquellos lugares existían otras salas de fiesta, pero de mayor emvergadura, con atracciones musicales y supongo que de precios más altos,
 como la de Villa Rosa




No pretendo, ni mucho menos relatar la historia de esta parte de Madrid, sólo dar algunas nociones sobre ella porque siempre tuvo algo especial para mí.
La Ciudad Lineal de Madrid fue el sueño de Arturo Soria, arquitecto y urbanista que diseñó este  lugar con la idea de que convivieran en él burgueses y obreros para lo cual trazó chalets de distintas categorías.
Para la realización de este proyecto fundó en 1894 la C.M.U., Compañía Madrileña de Urbanización.

Diseño  inicial

Sería un barrio de viviendas unifamiliares que se levantarían a un lado y otro de la calle central, a la que más adelante se le dió el nombre de su promotor, Arturo Soria

Modelo de chalet lujoso



Modelo de chalet de clase media


Modelo de las casas de obreros



La vivienda de la familia Soria fue la siguiente:





Este municipio madrileño, considerado como ciudad sanatorio sufrío grandes cambios durante la Guerra Civil, ya que casi la totalidad de los edificios, en particular los más lujosos, fue utilizada por el ejército republicano, incluídas las iglesias que quedaron destrozadas.

Cuando yo conocí la Ciudad Lineal, años 50,  era normal que algunas familias, entre ellas compañeras de colegio, tuvieran allí sus viviendas de veraneo.

Uno de los personajes con finca en estos parajes, en su inicio  envidiables,  fue   Miguel Fleta para mí   fascinante por lo que de él contaba mi padre, siempre su tenor favorito, inigualable...
Como anécdota refería mi progenitor  cómo en una de sus actuaciones con la ópera, creo, Tosca o Lucía Lamemmour, tuvo la mala suerte de dejar escapar un gallo por lo que fue muy  abucheado, pero a continuación repitió la romanza y nunca, nunca, se escucho en el Teatro Real una ovación más fuerte y duradera que la que los asistentes le dedicaron.

Esta fue su vivienda en la Ciudad Lineal, hoy derruída:



Cuando en el año 1975, Julio, mis hijos y yo, volvimos a Madrid residimos al final de la calle Arturo Soria, prolongación de la Ciudad Lineal. Mi padre nos visitaba con mucha frecuencia, entre otras cosas, para dar clase de Matemáticas a mis hijos, y al pasear con él por aquella zona llena de árboles y escasa de automóviles, siempre decía, deshaciéndose en elogios:
 " Por aquí tenia su chalet el gran tenor Miguel Fleta"...

 Fleta murió joven, a los 41 años, en 1938, pero pudo interpretar toda clase de óperas, Aida, Carmen, Rigolleto, Tosca, Lohengrin  en los grandes teatros del mundo, como la Scala de Milán o el de la Opera Hause de Nueva York, pasando por Sudamérica,  hasta Praga y Tokio. En españa interpretó óperas en el Liceo de Barcelona y el Teatro Real de Madrid, así como algunas zarzuelas selectas: Marina, Dª Francisquita, , La Dolores, Luisa Fernanda...
Se da la coincidencia que el último concierto de otro de nuestros grandes tenores Alfredo Kraus que tuvo lugar en Zaragoza, 6/10/1998/, fue un homenaje a Miguel Fleta:

Aunque en esto nunca  coincidí con mi padre, Kraus es para mí el MEJOR
¡¡Nunca lo olvidaré!!

Como nunca podré olvidar aquella casa en la que la Marina nos instaló al regrasar de San Fernando; eran dos viviendas unidas porque ya teníamos diez hijos y una no era suficiente para todos. Sentimos mucho tener que dejarla por exigencias del destino de Julio a Ferrol.  Mi sentimiento fue aún mayor cuando a los tres años, nos ubicaron otra vez en Madrid en el domicilio actual, cuyo unico paisaje son las riadas de coches que tanto de día como de noche emiten la estruendosa melodía de su rodaje continuo, sólo interrumpido por frecuentes encontronazos de unos con otros, ambulancias, policías y bomberos con su estridente canto de sirenas por el cual ningun Ulises se encadenaría a ningun mástil, todo lo contrario, taponaría sus oídos con lo que tuviera más a mano en su nave rudimentaria.

Confieso que me encuentro sorprendida al ver el giro que ha tomado esta entrada, en la que sólo iba a dar pie a la foto de  un estuche de cerillas.

¡¡No tengo remedio!!

martes, 14 de febrero de 2012

MIS RAICES

Estas son mis raices maternas

El abuelo se llamaba Lorenzo y la abuela Luisa. No llegué a conocerlos porque fallecieron antes de que yo naciera. Nacieron y vivieron en Torrelavega igual que mis padres. Tuvieron ocho hijas, pero sólo sobrevieron las cinco que aparecen en la fotografía.  Cuando nació la octava de sus hijas, mi madre, el médico le dijo a mi abuelo: "Lo siento mucho es otra niña." La respuesta exacta de Lorenzo no la sé, pero mi madre contaba que, con quejas destempladas, le dijo algo así como: "Sepa usted, doctor, que me siento muy dichoso con todas y para mí es como si fuera la primera".

 El nombre de la mayor era Sebastiana, Tiana para todos; la segunda Dionisia, Nisia en familia;  la terceraLuisa, Catalina, Katy,  la cuarta. Pero de mis tías fue a Luisa  a la que  más quise y más traté. También mi madre sentía veneración por ella, hasta el punto de que cuando falleció a los cincuenta y seis años por el corazón que siempre lo tuvo delicado, cuando le dieron la noticia,  se encerró en el cuarto de baño a llorar y gritar sin parar, con una gran preocupación por parte  de mi padre y tremendo susto por parte de nosotros, sus hijos. Yo, la segunda de los seis, tendría algo más de  quince años, por lo que deduzco que la pequeña, Ana, andaría por los cinco. Guardo de aquellos momentos un doloroso recuerdo.
Detrás de Katy, nació mi madre, Purificación, Purita.

El hecho de llevar unos nombres algo raros me hace pensar que siguieron la costumbre de bautizarlas con el santo del día de su nacimiento, a excepción de Luisa que se llamaba igual que mi abuela.

Mi madre contaba lo estricta que fue la abuela en su educación. Costumbre era que sólo cursaran estudios los hombres de las familias, mientras las hijas se preparaban para ser excelentes amas de casa, por ese motivo, fuera la que fuera su posición social aprendían junto al servicio todas las labores del hogar. En casa de mi abuela contaban con cocinera y doncella, pero lo que más atormentaba a mi madre era la inspección que la suya hacía de sus habitaciones, especialmente si la cama estaba perfecta, para ello solía pasar un bastón por toda la superficie comprobando la ausencia de arrugas en la colcha. Recibían, por supuesto una preparación de Cultura General, jamás encontré la más mínima falta de ortografía en nada de lo que ella  escribía,  y música; mi madre tocaba el piano, pero nunca nos lo pudo demostrar, puesto que en la Guerra Civil del 36, recien casados, perdieron todos sus bienes y al llegar la posguerra no hubo manera de que un piano entrara en nuestra casa, no sólo por lo pequeña que era, sino también por la escasez de medios. Al inaugurar mi padre la Academis donde daba clases particulares a los Universitarios que no aprobaban por sus propios medios y mejorar la situación económica, todo se fue invirtiendo en la crianza y estudios de sus seis hijos.



Mapa y  Vista de Torrelavega


Torrelavega actual

La familia Sánchez era muy conocida en Torrelavega, pues el abuelo tenía una grandes almacenes  de harina y cereales, en una enorme extensión de terrenos que  les fueron expropiados para levantar en ellos la Sniace S.A., fábrica de Celulosa.


Hoy quise buscar en Google información sobre Torrelavega y de casualidad encontré el nombre de mi abuelo Lorenzo Sánchez Alonso; aparecía como personalidad destacada porque, con otros dos comerciantes, fueron los impulsores de la Cámara de Comercio en su localidad. Contaron con muchas dificultades, a causa de la Cámara de Santander que no permitía la competencia, hasta que el propio Alcalde, Florencio Ceruti Castañeda tomó la iniciativa y marchó a Madrid para resolverlo directamente con el Gobierno.

CÁMARA DE COMERCIO



Florencio, fue un personaje muy relevante en Torrelavega,


 ya que desempeño la alcaldía en tres mandatos distintos, recibiendo el título de Marques de Peraleda. Consiguió para su pueblo la traída de aguas que junto con el ferrocarril que les unía con Castilla y Asturias, dió un gran impulso industrial y cultural a la zona. El Marqués de Peraleda fue también escritor dramático y poeta. Tengo un vago recuerdo suyo, de los veranos que pasábamos en Santander con mis tíos.  Florencio era cuñado de Tiana y  muchas cosas nos narraron de él cuando en los veraneos acudíamos algunas tardes al Castillo de Suances, propiedad de su familia que heredó el marido de mi tía, donde jugábamos de niños, inventándonos infinidad de historias.



Construído por Florencio, Marqués de Peraleda, en el siglo XIX, en la actualidad, horriblemente remozado, en realidad casi derruído, con sus piedras se levantó la nueva edificación que  ha pasado a convertirse en hotel muy frecuentado por veraneantes, ya que se encuentra en un enclave maravilloso, en el acantilado de la llamada playa de "Los Locos,"



famosa por su oleaje y porque en ella, en tiempos, los perturbados debían  ser bañados allí. He de decir que jamás consentí en disfrutar con mis hermanos de aquellas aguas que me producían pánico, el ruído de las olas al chocar contra el acantilado era ensordecedor. Lo que sí nos divertía a todos era despegar  caracoles de las rocas que mis primas cocían en un pequeño fuego en la misma playa; siempre rehusé probarlos, nunca tuve ese gusto.

En otra de las playas de Suances, con mi hermano Goyo, mi prima Lolita, en primera línea.
En segunda línea, la belleza de mi madre, su hermana Tiana y Arturo, marido de Lolita.
En la tercera mi hermano José Luís, yo y el hijo de Lolita





Entre las anécdotas que mis padres nos contaban de Santander, recuerdo que siempre mencionaban la rivalidad existente  entre los de la capital y el pueblo que era Torrelavega, rivalidad que pienso sigue existiendo en la actualidad. Precisamente en un viaje en tren, que hicieron, si mal no recuerdo para presenciar un partido de futbol, la aficción portaba una pancarta en la que se leía: "La ciudad de Torrelavega saluda al pueblo de Santander".
Aquello fue muy sonado y no sé cómo terminaría la provocación, pero la frase ha quedado para la posteridad, como ejemplo del caracter de los Torrelaveguenses, también conocidos como portugueses por  su autosuficiencia y deseos de diferenciación.

Guardo un recorte del Diario Montañes, Torrelavega llegó a tener diez diarios y un círculo cultural muy apreciado, al que pertenecieron algunos escritores montañeses, entre ellos Florencio Ceruti. En dicho diario se rememoraba con añoranza aquellos tiempos de convivencia  y comunicación vecinal que hoy se han perdido en aras de la industralización y desarrollo.  Entre las añoranzas, se hacía referencia a la presencia de las bellezas de las Sánchez por el Paseo y la Plaza.








Hoy todos los protagonistas de la fotografía que encabeza este post  han fallecido por lo que mis primos, mis hermanos y yo hemos pasado, como dice mi hermana Carmina, a la primera fila de la última batalla que sólo Dios, en el que confío ciegamente, sabe como y cuando se desarrollará  para cada uno de nosotros.


las protagonistas de esta fotografía tampoco
están ya entre nosotros:
En los dos extremos:
Mi tía Nisia y su hija Luisina,
al lado de Nisia mi madre, Puri, y una amiga.

De aquellas raices, estos brotes


Y ESTOS



Y ESTOS DOS BROTITOS, LOS ÚLTIMOS POR AHORA, DE MIS DIECINUEVE NIETOS




domingo, 29 de enero de 2012

DE GUARDIAMARINA


ASÍ ERA JULIO EN SUS PRIMERAS VACACIONES DE LA ESCUELA NAVAL MILITAR.

Vacaciones que se vieron acortadas en cuatro o cinco días, por saltarse el reglamento que por entonces les obligaba a vestir de uniforme mientras fueran alumnos de la Escuela. Se le ocurrió la feliz idea de aparecer de paisano una tarde que íbamos a merendar en una cafetería de la calle Narvaez, llamada Albany, más tarde convertida en banco, que era propiedad del gran portero internacional, Juanito Alonso, del Real Madrid.
Lo cierto es que tuvimos mala suerte porque casi nada más sentarnos en el piso de arriba, apareció uno de sus profesores con su novia y le arrestó "ipso facto", por lo que tuvo que regresar al día siguiente a Marín (Pontevedra).
En recuerdo y como revancha de tan nefasta tarde, me llevé un servilletero de la cafetería que aún conservo como testigo:



viernes, 27 de enero de 2012

DE LUTO

 Estas dos fotos me las hizo Julio en el Retiro en sus primeras vacaciones de la Escuela Naval. Eran las fechas de la Navidad de 1955. Acababa de morir mi abuela, madre de mi padre, a la que todos llamábamos Mamáuna, creo que este sobrenombre, el suyo era Elisa, se lo debió de inventar mi hermano Goyo porque fue su primer nieto.
Lo que recuerdo de ella es que era muy alta, caminaba derecha y su pelo complétamente blanco. En sus silencios guardaba su vida sacrificada de esposa de militar que había tenido su hogar en varios lugares de España, desde Melilla hasta Mahón, donde falleció mi abuelo como Teniente Coronel de Ingeniero Militar en la fortaleza de la Mola.
Guardaba también en su corazón todo el dolor por la muerte de dos de sus hijos en la Guerra Civil española de 1936, Jose Luis y Juan José en la batalla del Ebro y en el Cuartel de la Montaña; como recuerdo de éste ponderaba en su interior la frase última, antes de morir en el hospital al que fue llevado:
 "Decid a mi madre que yo no me he rendido."
Como así fue, ya que tras la rendición de Fanjul, mi tío tomo una metralleta y dispsró por su cuenta contra los asaltantes al Cuartel.
Mi abuela no hablaba mucho, sonreía y te besaba, pero mi recuerdo más intenso es el  de sus silencios.

Esa tarde de fotos, Julio y yo tuvimos una riña porque él quería ir al cine y yo le dije que no, que estaba de luto por mi abuela. De lo que no me acuerdo ahora es de si cedí o no a su deseo, aunque por lo cabezona que era me temo que no lo consiguió.

lunes, 23 de enero de 2012

MI FOTO PREFERIDA



Nuestra Señora de Loreto, la Virgen del Colegio que presidíó mis rezos, peticiones y cuitas desde el año 1945 hasta 1955, bueno y muchas veces más, pero ya de antigua alumna.
 Se encontraba en un altísimo Camerin por encima del Altar de la Capilla. Detrás de Ella, una puerta pequeña daba a la galería de nuestras clases, en el segundo piso del colegio y algunas solíamos mirarla por el ojo de la cerradura. Sólo una vez pude entrar a su camerín; era el mes de mayo de 1952. Si estudiabas mucho ese mes y te portabas mejor que nadie el premio era, una niña por clase,  colocar a los pies de María la Corona de flores que se la ofrecía todos los 31 de mayo.
Acabábamos, algunas alumnas, de regresar del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado ese año en Barcelona, donde se estrenó el himno a la Eucaristía con letra de José María Pemán y música de Miguel Aramburu:
 "CRISTO EN TODAS LAS ALMAS Y EN EL MUNDO LA PAZ"
He de reconocer que con tanta ayuda espiritual, me fue más fácil estudiar de verdad para conseguir entrar en la Coronación de la Virgen
Después de esa fecha no volví a lograrlo.

PD/ La estampa que siempre he tenido y tengo, muy a mano aparece dañada por algun bocadito de alguno de los niños que nacieron con posterioridad a aquellos años, se entiende...